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9 Situaciones comunes en las que los padres dañan a sus hijos sin querer

La mayoría de los padres buscan lo mejor para sus hijos, pero muchas veces sin darse cuenta cometen errores que dañan a los niños.

Hoy en día hay todo tipo de recomendaciones sobre educación y desarrollo infantil, aunque a menudo son contradictorias. Además, los médicos y psicólogos no se quedan de brazos cruzados: estudian, analizan y luego ofrecen un nuevo consejo. Al principio estudias esta lista con la mirada llena de escepticismo, diciendo: “Bueno, ¿qué inventos quieren ofrecerme esta vez?”. Pero luego llegas a entender que la mayoría de los consejos merecen tu atención.

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Recetas Get examinó los estudios sobre la salud de los niños e hizo una lista de lo que los expertos dicen que no es bueno para los niños. Y al final del artículo, agregamos un párrafo que se puede enseñar solemnemente a todas las abuelas para que tengan menos motivos de preocupación.

A continuación explicamos 13 Situaciones comunes en las que los padres dañan a sus hijos sin querer

1. Hacer cosquillas al bebé

Es algo muy habitual: un adulto quiere animar a un niño, y le hace cosquillas. Pero los investigadores de la Universidad de California descubrieron hace muchos años que las cosquillas no causan el mismo sentimiento de felicidad que surge de una broma divertida: solo crea la ilusión de una risa alegre.

El niño en este caso se ríe incontrolablemente. Después de todo, casi todos se reirán cuando les hagan cosquillas. Pero el problema es que los niños lo hacen incluso si odian las cosquillas

2. Poner almohadas y peluches en la cuna

No todos los padres entienden que un bebé solo necesita un buen colchón con una sábana y una manta pequeña en caso de que haga fresco en la habitación. Por lo tanto, a veces colocan una almohada (aunque sea pequeña y plana) en la cuna. Sin embargo, existen estudios que demuestran que las almohadas son perjudiciales para los bebés de hasta cierta edad.

Tampoco debes ser creativo decorando la cuna, porque los ositos y otros peluches lindos, que “duermen” al lado del bebé, pueden molestarle en cualquier momento. Por no mencionar las situaciones en las que los niños están dando vueltas en la cama y pegan sus rostros en ellos, lo que puede dificultar críticamente la respiración.

3. Usar la luz de noche mientras el bebé está durmiendo

La luz tenue encendida toda la noche en el dormitorio no es buena para el niño. La hormona del crecimiento se produce mejor en la oscuridad. Las razones para usar la luz nocturna pueden ser diferentes. Principalmente, es la comodidad de los padres: por ejemplo, no tienen que cambiar el pañal a ciegas. Algunas madres y padres, por cierto, tienen miedo a la oscuridad desde la infancia, por lo que tratan de evitar que sus hijos tengan la misma fobia, creyendo que la luz de noche es una panacea.

Tracy Bedrosian, portavoz del Departamento de Neurociencia de la Universidad Estatal de Ohio, recomienda que aquellos que no pueden prescindir completamente de la luz nocturna usen la luz correcta. Se ha demostrado experimentalmente que la luz verde trastorna el reloj biológico en aproximadamente 90 minutos y la luz azul en 180, además, dificultan el sueño. La luz roja y la naranja inhiben en la menor medida la producción de melatonina en comparación con la verde, la blanca y la azul y no interfieren con el ritmo circadiano.

4. Acunar excesivamente

Cada padre se enfrenta a una situación en la que es imposible acostar al bebé, independientemente de la edad, sin primero mecerlo. A veces este proceso toma tanto tiempo que las madres y los padres están agotados y el niño permanece despierto.

Los pediatras dicen que los problemas de sueño se pueden evitar si usted hace que el bebé se acostumbre a la rutina diaria desde el nacimiento y eliminar todos los irritantes externos e internos, como hambre, pañales húmedos, ruido, ropa incómoda, etc. Si no puedes evitar acunar a tu crío, es mejor que el proceso sea suave y de corta duración
Los niños pequeños tienen aparatos vestibulares imperfectos, y por oscilaciones intensas y prolongadas pueden perder el conocimiento.

5. Ocultar el espejo del niño debido a supersticiones populares

En algunos países del mundo no es común enseñar el espejo a los bebés para que no se enfermen o no “pierdan su alma”, esta creencia es desconcertante para los pediatras y psicólogos de todo el mundo. La doctora Suzy Green, fundadora del Instituto de la Positividad, por el contrario, insiste en que los padres jueguen con sus hijos frente a un espejo, porque la interactividad de esta lección les ayuda a reconocerse a sí mismos y a moldear su personalidad.

Se ha establecido que los niños de diferentes edades reaccionan de manera diferente a su reflejo, pero siempre es una experiencia emocionante y positiva para ellos.

6. Crear condiciones estériles para el bebé

“La limpieza es garantía de salud”: es lo que nos enseñaron desde la infancia. Pero los investigadores modernos de diferentes países están de acuerdo por unanimidad en que la esterilidad excesiva perjudica el desarrollo del niño. Retrasa la formación de una buena inmunidad preparada a combatir la infección, y promueve las enfermedades alérgicas como el asma bronquial, la rinitis alérgica y la dermatitis atópica.

El principal error de los padres en este caso es el amor excesivo por la limpieza o la prohibición del contacto del niño con las mascotas. Cuanto antes aparezca un posible alérgeno en la vida del bebé, más pronto comenzará a ser percibido por su inmunidad como un fenómeno normal.

7. Enseñar al bebé a usar el orinal demasiado temprano

El orinal es un tema muy controvertido. Pero en este caso lo principal es no seguir imprudentemente los consejos y siempre adherirse a los intereses del niño. No debes esperar a que comience a usar el orinal para su propósito previsto a la edad de un año y medio. De todos modos, el bebé aún no comprende completamente cómo reaccionar a las señales de su cuerpo.

“Tarde o temprano, el niño aprenderá a controlar su deseo de ir al baño. Entonces comenzará a usarlo. La vejiga necesita 3-4 años para el desarrollo normal. La micción relajada, por ejemplo, en pañales, contribuye a esto”, asegura el urólogo pediátrico Stephen Hodges.

8. Dejar que tu bebé camine descalzo sobre superficies planas

En promedio, los niños comienzan a caminar a la edad de un año. Algunos padres se apresuran a comprar los primeros zapatos para el hogar, mientras que otros, por el contrario, permiten que el niño dé sus primeros pasos descalzo. Los investigadores ortopédicos siguen discutiendo sobre esta cuestión, pero están de acuerdo en que no todas las superficies son saludables para caminar descalzo.

Es muy bueno si el bebé camina descalzo sobre la arena, el césped, los guijarros lisos, pero estando en casa resulta perjudicial caminar sobre el piso cerámico, la tarima flotante o el laminado perfectamente lisos. En este momento, no se produce la contracción refleja de los músculos del pie, y la carga principal cae sobre el aparato ligamentoso débil. Y como resultado, se ve afectada la formación natural de los arcos del pie.

9. Hacer que el niño coma toda la porción

Muchas abuelas (igual que los padres) se molestan cuando el bebé se niega a comer la porción de comida que le fue asignada. Se utilizan la persuasión, el chantaje, varios trucos e incluso las amenazas. Como resultado, el plato se vacía, y los progenitores se quedan satisfechos con este desenlace.

Solo que unas pocas personas saben que esa costumbre contribuye a la formación de los malos hábitos alimenticios del bebé. No podrá aprender a entender su cuerpo, sino por el contrario, se acostumbrará a comer en exceso.

Además, no hay que forzar al niño a comer “el primer plato, el segundo y la bebida”, ya que grandes volúmenes de alimentos ingeridos sobrecargan el tracto digestivo. Un solo plato y una bebida durante la comida son suficientes para el bebé.

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